NI PÚBLICA NI PRIVADAMENTE

Por: Gabriela Mendoza Herrera

Escritos consideran como el primer código deontológico del periodista al “credo” de Benjamín Harris, publicado en Boston en 1690, Es el primer código mundial de la ética periodística; sin embargo, no existía un reconocimiento de la profesión periodística como tal.  (Asenjo)

Sabemos que en el periodismo actual coexiste una estrecha relación entre el periodista y la fuente de información que no siempre desea ser identificada o no quiere facilitar toda la información de la que dispone. Este tipo de información es lo que se conoce como información confidencial, referida a la acción de comunicar algo a alguien en secreto. Confidencial proviene del latín fidare, fiar,y está asociada a palabras de la misma raíz como fiable, confiar y confianza.  (Aznar D. H., 2002)

En consecuencia, el periodista que se haya comprometido a mantener en forma confidencial (“off the record”) hechos, informaciones u opiniones, no debe darlos a conocer ni pública ni privadamente. Esto implica que tampoco podrá compartirlos con persona alguna que pudiera divulgarlos (Catellón, 2001)

Sin duda el Off The Record está ligado a la deontología periodística referida a las normas y principios generales que son considerados requisito esencial de la profesión porque ponen de manifiesto la toma de conciencia en el periodista que debe evidenciar debido comportamiento.

El periodista que recurre al Off The Record debe ser juicioso al evaluar si exceptúa la fuente de información, además, debe valorar si el acuerdo de confidencialidad es beneficioso para el quehacer periodístico en favor del interés de la sociedad. Es conveniente precisar que vulnerar el acuerdo de confidencialidad, acto éticamente inadmisible, afectaría la integridad de la fuente, así como el perfil profesional del periodista.